sábado, 12 de noviembre de 2011

Cuando los niños se transforman en hombres

Cuando Los Niños  Se Transforman En Hombres

Aún recuerdo cuando Acevedo (compañero de curso) llegó con un espejo y lo ponía de una discreta manera bajo las piernas de la profesora para ver  que había al final del camino.  Generalmente había algo blanco.  Estamos pasando de niño a hombre.



Tenía cinco años cuando mi padre me dijo: “mira gueón, si te pillo arriba de la escalera te voy a sacar la cresta...no te das cuenta que esa cuestión es peligrosa (la verdad es que no dijo “cuestión”)

¿Te das cuenta lo que  pretendía mi padre?

Que a los cinco años yo entendiera  el  concepto de gueón.
Que entendiera el concepto de peligro.
Que entendiera  la idea de “sacar la cresta “
Que entendiera  todo eso,  a grito pelado.
Es decir, si me caigo de la escalera, me van a castigar sobre  las heridas del costalazo.
Un día me mando a comprar algo....me paso un billete....y cuando volví con el encargo me  pregunto.... ¿   y el vuelto?
¿Cuál vuelto ?.....según dijo me pego por gueón.
 Esta palabra se  empezó hacer aplicable a todas las situaciones y conceptos.

¿Te das cuenta lo que  pretendía mi padre?

Que a los cinco años yo entendiera el concepto de  “vuelto“
Que los hombres eran honrados. De serlo, el comerciante me habría dado el vuelto  sin yo pedirlo.
Mi padre, pretendía que  a los 5 años yo actuará  como “hombre” y que entendiera conceptos que  no estaban  acordes  a mi corta  madurez.

No me di cuenta de cómo pase del pantalón corto con suspensores al pantalón largo con correa al cinto. (Seguramente aquellos que tienen menos de 30 años no entenderán esta metáfora,  pero es como  pasar de la mamadera a la  cerveza)
Estuve doce años en la escuela. En mi casa dependía de mis tutores, en el colegio dependía de los dueños de la información o dueños del seudo conocimiento.-    Siempre decidieron  todo  por mí: como vestirme,  que comer, como usar el pelo,  el largo de la falda  (en el caso de mis hermanas), que libros leer, que películas   ver, etc. Pero un glorioso  mes de Diciembre, termine la educación media (después de algunos años descubres que en realidad es Media, en todo caso, es mejor que la otra, que solo es básica).
En Marzo, es decir, 60 días después entraba a la educación fundamental,  pues con ella decides  casi el resto de tu vida. Por lo menos así te lo han pintado.
El primer golpe  que te das, es descubrir que estas solo.   Hay cosas que ya no tendrás: ya no hay libreta  de comunicaciones, no hay libreta de notas, ni anotaciones de tu comportamiento,  ya no hay uniforme ni pelo corto. Ya no hay apoderado (personaje que  puso la cara por ti durante 12  años....como mínimo)
A nadie le importa si vas o no a clases.

Para este cambio solo has tenido dos meses para madurar. Por eso que nuestros jóvenes son como las paltas. A este fruto lo envuelves por un tiempo en papel de diario y madura. Debes buscar un diario grande y envolverte por dos meses, para quedar a punto para la siguiente etapa de tu vida.

Soy maduro para embarazar a mi  polola, pero mis 18 años que me dan derecho a voto, no me hacen responsable del futuro crío.
Soy capaz de manejar el coche de mi padre, que cuesta 7 millones,  pero yo no soy responsable de la bencina, de la mantención, del lavado, ni de las infracciones de tránsito que me cursen.

Entonces, ¿Cuándo dejamos de ser niños?


Tal vez cuando dejamos de jugar  con  el chupete de la mamadera y empezamos a jugar con el  pezón.
Tal vez cuando nuestro vocabulario cambio,  la señorita,  por mijita, o de guagua por guagüita.
Tal vez cuando  aprendimos a pedir prestado y no pagar.
Tal vez cuando descubrimos que el viejo pascuero no existe o que los magos son chamullentos, pues solo hacen trucos y todo es mentira.

Tal vez dejamos de ser niños, cuando descubrimos la diferencia entre estar enamorado y estar “acalorado”.
Tal vez  dejamos de ser niños, cuando aprendimos que las mujeres  y nosotros servimos para algo más que jugar al  papá y la mamá.
   
Tal vez, dejamos de ser niños cuando  descubrimos que ya no podemos vivir gratis, y que ser hombre o mujer  cuesta una fortuna.  Pues como adulto debes financiar el sistema para que otro pueda cumplir su etapa de niños.
De todas formas, ser niño o ser hombre, tiene algunas coincidencias. Cuando eres niño a nadie le importa tu opinión, siempre quedas para después, tienes que comer lo que te den, .vestir como otros lo  dicen, si no eres mal agradecido., también debes ver  las películas y leer  los libros que otros deciden...etc. 

Cuando eres hombre estas cosas no cambian, la única diferencia  es  que ahora  te das ” cuenta”  de que en realidad  comes lo que tu  mujer decide, vistes lo que el sistema te exige  y ves la  películas que otros permiten que tu veas.

Finalmente, volvamos al primer párrafo del desahogo. Eres hombre cuando entiendes  la siguiente orden (que no entendías a los 5 años) 
“hacete  a un lado gueón o queris que te saque la cresta”
Si te haces un lado, es porque entendiste  la instrucción. Entonces ya eres hombre.

Seria todo


1 comentario:

  1. Qué alegría volver a sentir las emociones de niño! Y también a vivir con el alma y el estómago limpios, como antes, sin culpa. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, ¿será de flojos que no creamos un presente más como la gente?? A muchos, la modernidad nos atrofió el cuerpo, el cerebro y también el corazón.
    Gracias por compartir esto con nosotros, Dios te cuide.

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