Bendita Ignorância
No es lo mismo ignorar que ignorante.
Ignorar, es simplemente desconocer un hecho ocurrido o por ocurrir, pero también tiene la acepción de repudio. Cuando no te inflan, te están ignorando. También tiene la acepción de hacerse el leso o el desentendido, como para no dar el asiento a una embarazada en la micro.
Podemos decir que ignorar se refiere a situaciones.
En cambio ignorante se refiere a la persona.
Pero no se preocupe, ser ignorante no es ningún pecado, es más bien una bendición
La bendición del no saber.
Hoy sabemos tanto que llega a dar miedo. Antes solo comíamos a las horas que correspondía y solo nos preocupaba que estuviera rico.
Hoy no. Debemos revisar lo que comemos. La cantidad de grasa, de hidratos, cuanto colesterol tiene, etc, etc. Más que disfrutar la comida, parece un acto de suplicio. (a veces)
Antes un hot dog era una exquisitez. Hoy no, como nadie sabe que contienen las vienesas, que tipo de tomate se usa, de que está confeccionado el chocrut, de que harina hicieron el pan, cual es el origen de la mayonesa, etc, entonces el famoso completo pasó a la categoría de chatarra. (En mis tiempos chatarra era un montón de latas)
¿Sabía usted algo sobre el colesterol hace veinte años atrás? ¡Claro que no!
Hoy si no lo sabes, te puede dar un infarto.
Antes sabíamos tan poco que parecíamos inocentes. Me gusta ese sinónimo para ignorante: Inocente.
En el supermercado solo se vendía leche. Hoy tiene leche con grasa, con poca grasa, con mucha grasa, y la vaca es la misma. Éramos felices solo sabiendo que era leche.
¡Y cómo nos hacen lesos! Ahora tenemos mayonesa sin huevo, arroz sin colesterol, sandias sin pepas, alimentos transgénicos.
La bendición del no saber, antiguamente nos permitía comer sin mayores preocupaciones, pero hoy como sabemos más, nos preocupamos tanto, que casi no comemos
El privilegio de ser ignorante, o la bendición de no saber nos permite a los seres humanos tener un grado menos de molestia. El que nada sabe nada teme.
Podemos hacer un juego de palabras con ignorante e ignorar:
La señora pregunta en la pajarería ¿Cómo se llama ese pajarito? En vendedor le responde: lo ignoro.
A lo que la dama replica: ¡uy! qué lindo el ignorito.
Se da cuenta, la dama de este relato, además de ignorar el nombre del pájaro, es ignorante, pues desconoce el significado de ignorar.
La ignorancia, definida por mí, como “el privilegio de no saber”, nos permitirá en alguna medida tener una mejor calidad de vida, por lo menos del punto de vista emocional.
Benditos los que creen que la caída de las torres gemelas es un truco cinematográfico. Pues en la mente de la ignorancia no es posible pensar que existan mentes inteligentes dueñas de tanta maldad.
Es bueno ser ignorante, pues así podemos pensar que todas las noticias de violencia que nos muestra la televisión, son mentiras. No es posible que exista tanta violencia.
Esta ignorancia de la que podemos ser dueños nos permitirá creer que los pedófilos y otros enfermos de ese estilo, son parte de una película.
La ignorancia es tan buena que nos permite creer que todas las cifras que han entregado al pueblo los gobiernos desde O’Higgins hacia delante son exactas.
La ignorancia nos permite creer que con ciento cincuenta mil pesos puede vivir dignamente una familia de cuatro personas. (En este cálculo no se incluyen las mascotas)
La ignorancia es tan sabia que nos permite ignorar la fecha de nuestra muerte. Se imagina como sería el mundo si las personas tuviéramos fecha de vencimiento. Claro que de alguna manera la tememos. Se llama jubilación, significa que desde esa fecha ya serás considerado una molestia y un cacho para el estado. (Por lo menos en esta sociedad) Jubilación, triste palabra, que curiosamente viene del latín “jubilare” que significa “gritar de alegría. Para la risa ¿verdad? Nosotros gritamos de pena.
Sería todo
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