Aún recuerdo cuando Acevedo (compañero de curso) llegó con un espejo y lo ponía de una discreta manera bajo las piernas de la profesora para ver que había al final del camino. Generalmente había algo blanco. Estamos pasando de niño a hombre.
Tenía cinco años cuando mi padre me dijo: “mira gueón, si te pillo arriba de la escalera te voy a sacar la cresta...no te das cuenta que esa cuestión es peligrosa (la verdad es que no dijo “cuestión”)
¿Te das cuenta lo que pretendía mi padre?
Que a los cinco años yo entendiera el concepto de gueón.
Que entendiera el concepto de peligro.
Que entendiera la idea de “sacar la cresta “
Que entendiera todo eso, a grito pelado.
Es decir, si me caigo de la escalera, me van a castigar sobre las heridas del costalazo.
Un día me mando a comprar algo....me paso un billete....y cuando volví con el encargo me pregunto.... ¿ y el vuelto?
¿Cuál vuelto ?.....según dijo me pego por gueón.
Esta palabra se empezó hacer aplicable a todas las situaciones y conceptos.
¿Te das cuenta lo que pretendía mi padre?
Que a los cinco años yo entendiera el concepto de “vuelto“
Que los hombres eran honrados. De serlo, el comerciante me habría dado el vuelto sin yo pedirlo.
Mi padre, pretendía que a los 5 años yo actuará como “hombre” y que entendiera conceptos que no estaban acordes a mi corta madurez.
No me di cuenta de cómo pase del pantalón corto con suspensores al pantalón largo con correa al cinto. (Seguramente aquellos que tienen menos de 30 años no entenderán esta metáfora, pero es como pasar de la mamadera a la cerveza)
Estuve doce años en la escuela. En mi casa dependía de mis tutores, en el colegio dependía de los dueños de la información o dueños del seudo conocimiento.- Siempre decidieron todo por mí: como vestirme, que comer, como usar el pelo, el largo de la falda (en el caso de mis hermanas), que libros leer, que películas ver, etc. Pero un glorioso mes de Diciembre, termine la educación media (después de algunos años descubres que en realidad es Media, en todo caso, es mejor que la otra, que solo es básica).
En Marzo, es decir, 60 días después entraba a la educación fundamental, pues con ella decides casi el resto de tu vida. Por lo menos así te lo han pintado.
El primer golpe que te das, es descubrir que estas solo. Hay cosas que ya no tendrás: ya no hay libreta de comunicaciones, no hay libreta de notas, ni anotaciones de tu comportamiento, ya no hay uniforme ni pelo corto. Ya no hay apoderado (personaje que puso la cara por ti durante 12 años....como mínimo)
A nadie le importa si vas o no a clases.
Para este cambio solo has tenido dos meses para madurar. Por eso que nuestros jóvenes son como las paltas. A este fruto lo envuelves por un tiempo en papel de diario y madura. Debes buscar un diario grande y envolverte por dos meses, para quedar a punto para la siguiente etapa de tu vida.
Soy maduro para embarazar a mi polola, pero mis 18 años que me dan derecho a voto, no me hacen responsable del futuro crío.
Soy capaz de manejar el coche de mi padre, que cuesta 7 millones, pero yo no soy responsable de la bencina, de la mantención, del lavado, ni de las infracciones de tránsito que me cursen.
Entonces, ¿Cuándo dejamos de ser niños?
Tal vez cuando dejamos de jugar con el chupete de la mamadera y empezamos a jugar con el pezón.
Tal vez cuando nuestro vocabulario cambio, la señorita, por mijita, o de guagua por guagüita.
Tal vez cuando aprendimos a pedir prestado y no pagar.
Tal vez cuando descubrimos que el viejo pascuero no existe o que los magos son chamullentos, pues solo hacen trucos y todo es mentira.
Tal vez dejamos de ser niños, cuando descubrimos la diferencia entre estar enamorado y estar “acalorado”.
Tal vez dejamos de ser niños, cuando aprendimos que las mujeres y nosotros servimos para algo más que jugar al papá y la mamá.
Tal vez, dejamos de ser niños cuando descubrimos que ya no podemos vivir gratis, y que ser hombre o mujer cuesta una fortuna. Pues como adulto debes financiar el sistema para que otro pueda cumplir su etapa de niños.
De todas formas, ser niño o ser hombre, tiene algunas coincidencias. Cuando eres niño a nadie le importa tu opinión, siempre quedas para después, tienes que comer lo que te den, .vestir como otros lo dicen, si no eres mal agradecido., también debes ver las películas y leer los libros que otros deciden...etc.
Cuando eres hombre estas cosas no cambian, la única diferencia es que ahora te das ” cuenta” de que en realidad comes lo que tu mujer decide, vistes lo que el sistema te exige y ves la películas que otros permiten que tu veas.
Finalmente, volvamos al primer párrafo del desahogo. Eres hombre cuando entiendes la siguiente orden (que no entendías a los 5 años)
“hacete a un lado gueón o queris que te saque la cresta”
Si te haces un lado, es porque entendiste la instrucción. Entonces ya eres hombre.
Seria todo