lunes, 3 de febrero de 2014


Actor, solo un sueño

 

El teatro  fue para mí la forma de vida que tome por opción.  Esta profesión  me permitiría ser todo lo que yo quisiera ser y tener. Aunque fuera solo por un instante.

Nadie en este oficio podría denunciarme por ejercicio ilegal de la profesión, como ocurre con cualquiera otra.

El ser  actor me da la facultad; al igual  que James Bond, que tiene  licencia para matar, el actor tiene licencia para ser  y hacer lo que un texto le exija.

Desgraciadamente, la  autoridad educacional  permite que existan  universidades que impartan esta carrera, pero la misma autoridad permite que cualquiera pueda  adjudicarse el  titulo de actor sin tener idea de quién es Konstantín Stanislavski

 (*).

Basta tener buena pinta, ser hijo “de”, a  haber ganado un concurso de belleza.  A estos  seudos  actores  nadie los puede acusar de “ejercicio ilegal de la profesión”.

Lo lamento por  los jóvenes que sueñan con llevar al escenario  todo su talento, el que no quedará  más que en eso, “un sueño”, para la gran mayoría.

Si lo miramos desde otra perspectiva, ingresar a las escuelas de teatro no es tan simple, la selección  es un tema muy complicado en estos días,   para  llenar 30 cupos se presentan casi mil interesados, entonces los que logran un cupo son realmente los mejores (no siempre, también hay compromisos).

Estudiar teatro es tan caro como estudiar arquitectura o medicina, claro que con futuros bastante más halagüeños.

Conozco varios actores que después de cuatro años de estudios  terminaron manejando un taxi, fue el único proyecto que lograron ganar.

No solo hay que tener la capacidad para denunciar un problema. Hay que tener a lo menos una alternativa de propuesta para solucionarlo. Yo tengo dos.

1.- Se eliminan todas las escuelas de teatro, pues la experiencia indica que no son necesarias.

2.- Se legisla para que nadie pueda ejercer el rol de actor  si no tiene la formación académica necesaria. 

Conozco a algunos desubicados, que creen que ir al teatro es como hacerles un favor a los actores.

Este país debe valorar a sus actores, las regiones deben valorar a sus actores, las comunas deben valorar a sus actores. 

La única forma de hacerlo, es permitir que puedan vivir dignamente gracias al teatro.  Hoy muchos actores   solo sobreviven. Solo tienen la esperanza de ganarse un proyecto una vez al año.  La vida del actor no es un proyecto, es una opción de vida.
 
(*) actor, director escénico y pedagogo teatral, creo el  "método de las acciones físicas", más  conocido  como "sistema Stanislavski", este  consiste   en hacer que el actor experimente durante la actuación del rol emociones  parecidas a las que experimenta el personaje interpretado; usando para ello  ejercicios  que estimulan tanto la imaginación, la capacidad de improvisación, la relajación muscular, entre otras condicionantes. Considerado, por mi y otros tantos como “el padre de la Dirección teatral”.   (1863- 1938)